Luna está nerviosa y es que es su primer día en su nuevo colegio. Enseguida conoce a otros niños con los que juega contenta y sobre todo entabla amistad con Carola, una niña muy especial. Pero Karlo no está muy de acuerdo, no le gusta que Luna vaya al colegio y menos compartir a su amiga con otros niños. Por eso decide dejar de acompañarla a clase y disfrutarla por entero en casa, pero una tarde Luna queda con Carola ¡en casa! y Karlo se enfada todavía más. Aunque al final, el panda rojo aprende que es bonito compartir a los amigos y no por ello dejas de serlo.
¿Qué dice la rana cuando pregunta cómo llegar a un lugar? ¿Qué dice el conejo cuando invita a un amigo a su casa? Si quieres descubrirlo, levanta las solapas de estos curiosos animales, pero ten cuidado... ¡el mixmax puede hacerte perder la cabeza!
Hacía mucho tiempo que los animales deseaban averiguar a qué sabía la luna. ¿Sería dulce o salada? Tan solo querían probar un pedacito. Por las noches, miraban ansiosos hacia el cielo. Se estiraban e intentaban cogerla, alargando el cuello, las piernas y los brazos. ¿Quién no soñó alguna vez con darle un mordisco a la luna? Este fue precisamente el deseo de los animales de este cuento. Tan solo querían probar un pedacito pero, por más que se estiraban, no eran capaces de tocarla. Entonces, la tortuga tuvo una genial idea: ?Si te subes a mi espalda, tal vez lleguemos a la luna?, le dijo al elefante.
Violet se muere de curiosidad. Primero aparece por la tienda una mujer extraña y, acto seguido, su tía tiene que irse de viaje de un día para otro. Violet se propone llegar al meollo de la cuestión con sus mejores amigos Jack y Zack.
Y entonces encuentran un antiguo libro de flores mágico…
Violet está muy contenta por la boda de sus dos profesores preferidos. Pero, de pronto, las cosas se estropean: miss Hedgehog rompe el compromiso y parece muy desdichada por ello. Violet está segura de que alguien chantajea a la mujer. Y hace todo lo posible para salvar la historia de amor con una pizca de magia floral…