- Fuera de stock

Luna se queda por primera vez sola en casa sin su familia. Mientras espera con Karlo, su panda rojo de peluche, que regrese mamá, descubre que el pequeño panda tiene la habilidad de hacer volar la alfombra que hay junto a su cama. Luna está emocionada. Los dos prueban la alfombra en casa, pero como mamá sigue sin regresar, deciden ir juntos a ver por dónde anda y así Luna, Karlo y la alfombra vuelan por toda la ciudad. ¿Crees que encontrarán a su mamá?
Hacía mucho tiempo que los animales deseaban averiguar a qué sabía la luna. ¿Sería dulce o salada? Tan solo querían probar un pedacito. Por las noches, miraban ansiosos hacia el cielo. Se estiraban e intentaban cogerla, alargando el cuello, las piernas y los brazos. ¿Quién no soñó alguna vez con darle un mordisco a la luna? Este fue precisamente el deseo de los animales de este cuento. Tan solo querían probar un pedacito pero, por más que se estiraban, no eran capaces de tocarla. Entonces, la tortuga tuvo una genial idea: ?Si te subes a mi espalda, tal vez lleguemos a la luna?, le dijo al elefante.