Los guepardos son los animales terrestres más rápidos de la Tierra. Con su delgado cuerpo y las poderosas y largas patas, pueden acelerar en pocos segundos hasta los 120 km/h.
Los guepardos son excelentes cazadores. Primero se acercan cautelosamente a su presa hasta quedarse a unos pocos metros. Y en el momento oportuno empiezan a correr muy veloces. Si durante la huida, la presa cambia repentinamente de dirección, los guepardos giran el cuerpo en pleno salto. Su columna vertebral flexible lo hace posible. En cambio, si tras unos cuantos cientos de metros no han tenido éxito, tienen que rendirse. La gran velocidad es tan agotadora, que sólo la pueden mantener en cortas distancias.
Para convertirse en el líder de la manada los leones deben ganar un duelo.
Para convertirse en el líder de la manada los leones deben ganar un duelo. Cuanto más larga es la melena mayor respeto sienten sus rivales hacia ellos. Su melena no solo deja sin aliente si no que también protege a los animales de las heridas importantes en la cabeza y cuello.
Al nacer, las crías de león poseen un pelaje del color de la arena con manchas oscuras y circulares.
Al nacer, las crías de león poseen un pelaje del color de la arena con manchas oscuras y circulares. Se camuflan muy bien en la sabana. En las 4-6 primeras semanas de vida permanecen en una guarida. Cuando alcanzan los 3 meses de vida ya son suficientemente fuertes para seguir a su madre allá donde vaya.
Entre los leones, son las hembras las que casi exclusivamente salen a cazar.
Entre los leones, las hembras son casi exclusivamente las que salen a cazar. Muchas de sus presas son más rápidas que ellas, por eso, estos depredadores primero se acercan sigilosamente a unos pocos metros desde distintos lados y luego corren a toda velocidad hacia su presa. Aunque normalmente las leonas se encargan de la caza, los machos siempre son los primeros en comer.