Las seis anillss de diferentes colores permiten ocultar completamente el Nin. Las monedas marcan el límite para hacerlo subir, cubrir la mitad, cubrirlo por completo… Aparezco, desaparezco, me cubro, me vuelvo a encontrar… Es un material sencillo que permite muchas posibilidades de juego.
Este material permite desarrollar un pensamiento lógico-matemático al clasificar, agrupar y emparejar elementos a través de colores y/o formas. Para los más pequeños: El cuenco se puede utilizar como tapa, para hacer aparecer y desaparecer las bolas de su interior como el clásico juego de las “cucú”. También favorece conceptos como el de llenar, vaciar o deslizar y deslizar.
Los 12 Nins se pueden utilizar para juegos simbólicos, para crear historias y pequeños mundos. Sin embargo, combinados con otros elementos, pueden formar parte de juegos matemáticos, de lenguaje, sensoriales, entre otros. Además, este material no está estructurado, lo que permite su uso en un amplio número de formas. No tienen ojos, ni género. De esta forma, son los niños los que pueden desarrollar sus propias historias y son ellos los que deciden con qué personaje van a jugar (un pirata, un vampiro…)
Los palos pueden ser duendes, criaturas fantásticas, árboles, animales o cualquier otra cosa que el niño imagine, porque los juguetes abiertos le dan la oportunidad a los niños de convertirse en lo necesario según el escenario del juego.