Hay un niño nuevo en el colegio de Archibaldo. Sam es diferente a los demás, juega a juegos distintos y dice cosas sorprendentes. ¿Será fastidioso no ser igual a los otros? Archibaldo lo descubrirá...
Sam no sabe jugar al pilla pilla ni a muchos otros juegos populares entre los niños. Él observa el cielo y descubre a un dragón chino. Piensa que la peonza de Archibaldo parece un ciclón formidable… Archibaldo está un poco desconcertado con las cosas tan raras que dice Sam.
Un día en el parque, Archibaldo mira a su alrededor y comprende que cada árbol es único y que, justamente por ello, el lugar resulta maravilloso. Así, poco a poco, Sam y él se hacen muy amigos y comparten el tiempo y las diferencias.
Un libro interactivo. El lector convierte a una rana en un príncipe al darle un beso, ayuda a un paracaidista a aterrizar al darle la vuelta al libro, y consigue que avance la barca de la Osa Paula cuando agita el libro para hacer olas.
La hora de dormir es el momento de los secretos entre Archibaldo y su mamá. Y es también la ocasión perfecta para que el niño haga una pregunta difícil: «¿Me querrás toda la vida?». Para la mamá, sin embargo, la respuesta es fácil y le responderá de una forma muy especial.
Archibaldo invita a los lectores a conocer su casa. Cuenta cómo es, cómo la percibe un día y cómo al otro le resulta completamente distinta... Y además, describe las casas de cada uno de sus amigos y las compara.
La mamá, el papá y la abuela de Archibaldo están desesperados... Por muchos recursos que utilizan, no hay forma de que el pequeño deje de jugar y concilie el sueño. ¿Conseguirán que se duerma o se dormirán ellos primero?