Mate Grapat

Se pueden combinar con los clásicos Nins, que al ser más pequeños que estos, pueden facilitar una propuesta de juego donde intervienen diferentes generaciones. La cáscara de coco contiene, sostiene. Un contenedor que puede ser un perfecto moisés, cama o cualquier cosa que los niños creen con su imaginación.

Este material se puede utilizar como juego simbólico, para crear historias y pequeños mundos. Creando historias, inventando nuevas ciudades, pueblos, calles… Estas casas, pintadas con los colores del arcoíris y que son sencillas y naturales, dan un barrio acogedor y colorido. Los niños pueden crear los mundos pequeños más sorprendentes en un juego representativo que, junto con las piezas sueltas, puede ser versátil y abierto.

La naturaleza es como un álbum colorido que nos regala hermosos escenarios mes a mes. Cada estación tiene su propia belleza, colores y tesoros, independientemente de donde vivamos. Al colocar elementos naturales en una mesa de estación en nuestro hogar, podemos experimentar y apreciar cómo evoluciona y cambia nuestro entorno. La serie Aguamarina evoca cada estación con elementos impregnados de los colores del ciclo de la vida. Durante el invierno, la naturaleza parece dormida y se cubre con una capa de frío. Los colores son nítidos y claros, como el blanco, azul, gris y violeta, salpicados de brillante escarcha en lugares fríos.

Este set de 72 piezas favorece la versatilidad y la variedad de posibilidades de juego favoreciendo el pensamiento creativo y divergente. Los diferentes tipos de tubos ayudan al desarrollo ojo-manual, utilizando unos como caleidoscopio y otros como posibilidad de construcción y creación de mundos imaginarios. Algunos pueden verse como árboles, edificios, coches… También permite el desarrollo del pensamiento lógico-matemático mediante la clasificación, agrupación y asociación de elementos según el color y la forma de los elementos que lo componen. Las Figuras y los diferentes tubos invitan también al juego simbólico y la creación de Mini Mundos.