El dimetrodon suele considerarse un dinosaurio. Sin embargo, es un reptil prehistórico del orden de los pelicosaurios.
El dimetrodon suele considerarse un dinosaurio. Sin embargo, es un reptil prehistórico del orden de los pelicosaurios. La estructura de su vela dorsal era de piel y huesos y le ayudaba a calentarse más rápido con el sol. Si quería enfriarse solo tenía que colocarla en paralelo a los rayos del sol.
De todos los animales que han poblado la Tierra, el therizinosaurus es probablemente el que tenía las garras más largas.
De todos los animales que hayan vivido en la Tierra, el therizinosaurus es probablemente el que tenía las garras más largas. Las utilizaba para cavar, agarrar, perforar y pelar cortezas. Vivió hacia el final de la era de los dinosaurios, junto con otros herbívoros como el kentrosaurus y el pentaceratops.
El tyrannosaurus rex medía trece metros de largo y era un dinosaurio depredador bípedo. Su inmenso cráneo y sus dientes de casi 20 centímetros de largo lo convertían en un dinosaurio extraordinariamente impresionante.
Pese a su aspecto amenazador, el tyrannosaurus rex apenas podía utilizar las patas delanteras, que sólo tenían dos garras y ni siquiera le llegaban al hocico. Con casi siete metros de altura y unos trece metros de largo, el tyrannosaurus rex no debió de ser un cazador especialmente hábil, sino más bien un carroñero que se alimentaba de las sobras que dejaban otros animales.
¿Jugar? ¡Para el joven T-Rex eso significa pelear con otros de su edad!
¿Jugar? ¡Para el joven T-Rex eso significa pelear con otros de su edad! ¿Quién es el más fuerte? Los investigadores han descubierto que los reptiles prehistóricos ya libraban violentos combates con tan solo 10-12 años. A esa edad apenas eran la mitad de grandes que un T-Rex adulto. Eso sí, ¡el doble de valientes!
El tiranosaurio rex era un dinosaurio predador bípedo que medía 13 metros. Con su poderosa cabeza y sus dientes de casi 20 centímetros era uno de los dinosaurios más impresionantes.
Aunque parecía amenazador, el T-Rex podía darle muy poco uso a sus cortos brazos que sólo tenían dos garras, y no alcanzaban a su boca. Con casi seis metros de alto y doce metros de largo, el T-Rex no era un gran cazador pero sí un carroñero que comía los restos que otros animales o dinosaurios dejaban atrás. A pesar de tener más de cincuenta dientes que median más de veinticinco centímetros de largo, no utilizaba sus dientes para mascar sino para arrancar, ya que tragaba sus comidas en grandes pedazos.